domingo, 22 de agosto de 2010

SITUACIÓN DE LA CLASE OBRERA EN MIAJADAS (S. XIX-XX).



Finalizando el siglo XVIII, en un informe fechado en 4 de mayo de 1778, D. Pedro Rodríguez de Campomanes, Primer Fiscal del Consejo de Castilla, redacta un detallado informe sobre diversas obras públicas que sería conveniente ejecutar y rectificar en todos los pueblos que se encuentran en el camino Madrid- Badajoz.

En Miajadas informa que sería conveniente construir un puente a la entrada del pueblo viniendo desde Mérida (Puente Romero, por ser el antiguo de madera), construcción de alcantarillas (la de la Dehesilla fue la más costosa), tragantes, puentecillos. Derribo de la Cruz nueva y los berrocales de la ermita de los Mártires para el empedrado de las calles. Reparación y ampliación de charcas (Nueva, Talaviego, Arenal y Regajo) y obras para el nuevo Ayuntamiento.

Las obras comenzaron 1787, se paralizaron durante la Guerra de la Independencia (1808-1812), concretamente en 1812, “por encontrarse el pueblo muy apurado”.
Para financiar dichas obras se ponen en venta 200 fanegas de tierra en la Vega del Regajo y en el Prado de la dehesa del Carrascal, pertenecientes a los propios de la villa de Miajadas, pero sólo tienen acceso a adquirirlas los labradores y curiosamente no se les dio opción a menestrales, pastores y jornaleros, por lo que la situación de la clase obrera que hasta aquí se mantenía trabajando en el terreno de Propios, comienza a decaer y se mantiene así hasta bien entrado el siglo XX.

Sólo les quedaba a los jornaleros el aprovechamiento de algunos terrenos baldíos en los que aún teníamos derecho todos los pueblos mancomunados pertenecientes al antiguo Condado de Medellín, por tanto la situación no era buena, pero Miajadas aún no pasaba hambre hasta la aprobación de la ley Madoz (ley general de desamortización de 1855), la cual puso en venta los bienes eclesiásticos amortizados y no vendidos, y los pertenecientes a los Ayuntamientos o al Estado con el objetivo de invertir en la impulsión del ferrocarril (en Miajadas nos quedamos con el proyecto).

En base a esta ley, los terrenos antes citados del antiguo Condado de Medellín fueron desamortizados y los nuevos propietarios (la mayoría con un alto poder adquisitivo), arrendaron las tierras a labradores que podían pagarlas. Otras nunca se cultivaron.

Ante esta circunstancia de privatización de bienes comunales y de propios, es obvio pensar quienes salieron más perjudicados: los campesinos y jornaleros, pues ésas tierras les aseguraban el pan: “el pobre sembraba las tierras comunales y de ahí también extraía leña: No dejaba de ser pobre pero no pasaba hambre”. (1)

Esta situación de la clase obrera fue empeorando con el paso del tiempo: La tormenta de pedrisco, la langosta, el paro, la hambruna…, con esta terrible situación se encuentra Miajadas a finales del XIX y principios del XX.

El periódico La Vanguardia en su edición de 30 de mayo de 1911 se hace eco de la terrible tormenta de granizo que asola Miajadas arrasando viñedos: “las chispas convirtieron en cenizas cuatro palos de telégrafos y mataron a varios animales y a un hombre”.

A continuación, expondré algunos ejemplos de esta insostenible situación y de las medidas que el Ayuntamiento propuso para paliarlas:

Siendo Alcalde, D. Agustín Pulido Tostado, en 2 de febrero de 1890, en sesión extraordinaria expone que:
Debido a la terrible situación de paro que sufren los vecinos…”, se toman desde el Ayuntamiento una serie de medidas:

vArreglo de algunos caminos vecinales y calles.
vReparto voluntario de obreros entre los mayores contribuyentes.
vCreación de un fondo para ayudas y abrir una suscripción para dicho fin.

Se organizarán en tandas de treinta hombres diarios, con un jornal de setenta y cinco céntimos de peseta.”

El 13 de febrero de 1890 se recauda un total de 1.065 pesetas y la suscripción fue realizada por 33 personas.

La clase obrera sigue en idéntica situación de paro, por lo que en sesión ordinaria de 10 de febrero de 1900, se acuerda: Dar empleo a las clases jornaleras debido a la triste situación en que se encuentran por la escasez de jornales y también por conservar el orden público, para lo cual propone emplearlos en la desecación de la laguna de los Mártires”.

A esta difícil situación se le suma otra devastadora tormenta de pedrisco que asola Miajadas en la tarde del 21 de septiembre de 1900, por lo que “para evitar abusos”, se tomaron medidas como la incautación de tejas y materiales de construcción, así como pedir ayuda a los alcaldes de los pueblos limítrofes “para que envíen el mayor número de maestros alarifes”.

En diciembre de 1900 un grupo de mujeres se amotinan en la puerta del Ayuntamiento protestando por la subida del pan, a lo que el Alcalde, D. Anselmo Segura Alarcón, responde con un gesto solidario: reparte entre la clase pobre 400 panes y paga al maestro tahonero 100 pesetas.

Cómo explicaba al principio, algunos alcaldes intentaron paliar esta situación, pero sería digna de análisis la circunstancia curiosa que se da el 8 de abril de 1901, en la que en sesión extraordinaria, cuatro concejales presentan su dimisión alegando enfermedad y el día 17 de ese mismo mes también alega enfermedad el alcalde…, ¿ardid político por incompetentes…?

*FUENTES:
Archivo municipal de Miajadas
(1) Víctor Chamorro. “Érase una vez Extremadura…”
LUISA SORIA GARCÍA
SOCIEDAD HISTÓRICA VILLA DE MIAJADAS

domingo, 15 de agosto de 2010

la Sociedad Histórica Villa de Miajadas expone una muestra fotográfica llamada "Álbum Miajadeño: sus lugares y sus gentes (1890-1970)".

la Sociedad Histórica Villa de Miajadas expone una muestra fotográfica llamada "Álbum Miajadeño: sus lugares y sus gentes (1890-1970)".
Leido en la revistademiajadas.com
En ella se pueden ver varios paneles en los que se exponen cientos de fotos en blanco y negro en las que se pueden ver cómo eran las calles de Miajadas, sus casas, sus monumentos y, principalmente, su gente. Como suele suceder en este tipo de exposiciones, es muchísima la gente que se acerca a tratar de recordar aquellas épocas en las que las calles de Miajadas eran de tierra o en las que todavía estaba el famoso Castillo.
Allí hablamos con Luisa Soria, Presidenta de la Sociedad Histórica Villa de Miajadas quien nos contó cómo nació la idea de esta exposición además de algunos secretos de las fotos. Aquí te dejamos con ella.